El origen de la cosmetología va de la mano de la evolución del hombre, desde lo más profundo de la historia nos llegan noticias de que la mujer siempre trato de ser más bella. Entre los hallazgos más antigüos que hacen alusión al incipiente interés femenino por la belleza, encontramos un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega. Este grabado reproduce la figura de una mujer embadurnándose con grasa de reno, animal que está al lado de la figura femenina. También en Austria, la conocida Venus Willendorf, y en la Costa Azul Francesa, la Venus de Grimaldo, se han hallado representaciones de mujeres simbolizándola preocupación de éstas por el cuidado de su belleza.
5.000 años antes de nuestra era, en las ruinas arqueológicas de Ur, se encontraron en la tumba de la reina Shub-ad, de la civilización sumeria, gran cantidad de utensilios de belleza. Las tablillas sumerias nos descubren antiguas fórmulas para preparar ungüentos y afeites, siendo médicos los encargados de esto.
1567 a.C La civilización egipcia da suma importancia a la cosmética. En la tumba de la reina Mir-hotep se hallaron numerosos envases con preparaciones cosmetológicas. Los médicos egipcios escribían largos tratados sobre la belleza y maquillajes.
1500 a.C Entre los papiros de ebers se halla uno llamado ” kosmetikon ” escrito durante la dinastía Ptolomeica y que habla de diversos preparados cosmetológicos.
612 a.C En Babilonia florece el comercio de perfumes y esencias aromáticas.
356 a.C La palabra cosmetología proviene del griego Kosmetos que significa belleza y logos que significa tratado. En sí, la cosmetología es el tratado sobre la belleza. Sin embargo, la historia de la cosmetología se remonta a mucho más atrás en el tiempo.
300 a.C En Grecia, luego de las conquistas de Alejandro Magno hubo una floreciente industria de los productos de belleza y perfumes. Los romanos dieron gran auge e importancia a la cosmetología. De los más apartados rincones del imperio iban a Roma los más sofisticados productos para aumentar y preservar la belleza de las patricias romanas.
150 a.C En Grecia existía al interior de los baños esclavas denominadas Kosmeater que eran instruidas en el arte de embellecer por medio de afeites, masajes y aplicación de aceites esenciales, en Roma existían de igual forma esclavas con el mismo objetivo, sin embargo y pese a serlo, previamente a su ingreso en esta área, se aseguraban que conocieran a profundidad las artes de su oficio, puesto que para ellos la cuestión del cuidado de la imagen era sumamente importante.
60 a. C Son famosos los baños de leche de la Emperatriz Popea, esposa de Nerón.
45 a.C Criton, en la época del Emperador Trajano, escribió un tratado sobre Cosmética en 4 tomos.
30 a.C Ovidio también escribe sobre belleza.
Siglo I En el Antiguo Testamento Bíblico encontramos en Jeremías, Ezequiel, Cantar de los Cantares y otros libros claras referencias a los cosméticos usados por los israelitas.
Durante la edad media el ascetismo se impone y se dejan de lado las preparaciones cosméticas, considerándolas pecaminosas.
Con el Renacimiento vuelven nuevamente éstas prácticas. En 1370 hizo furor en Europa un agua perfumada compuesta por tintura de romero, cedro, trementina y alcohol llamada Agua Húngara. Venecianos y Genoveses fueron activos comerciantes en cosméticos. Catalina de Médicis, al casarse con Enrique II de Francia, introduce en Francia las técnicas de fabricación cosmetológicas.
En el siglo XVIII se expande la cosmética.
En 1770 el Parlamento Inglés promulgó un curioso decreto prohibiendo el uso de afeites y declarando nulo cualquier matrimonio dónde la mujer hubiese usado tinturas, pomadas, afeites o cualquier otro artificio para mejorar su rostro.
Josefina, esposa de Napoleón, gastó fabulosas sumas en pomadas, cremas y perfumes que le conseguía Monsieur Lubin, su proveedor.
En el siglo XX los franceses y luego los americanos crean toda una industria farmacológica apoyada por los descubrimientos científicos. Nuevos productos invaden el mercado continuamente.
Los productos de belleza dejan de ser productos de lujo para llegar a las más amplias capas de la población, actualmente todos consumimos algún producto cosmético a fuerza de la necesidad, desde una crema para afeitar una piel sensible, hasta un bloqueador solar para proteger nuestra piel de los rayos UV.
La cosmética ha ido creciendo en la medida que la raza humana lo ha hecho, siendo hoy en día parte de nuestra cotidianidad, actualmente es bien visto que tanto hombres como mujeres cuidemos de nuestro arreglo personal, ya que es este el reflejo de lo que somos, siendo muy revisado nuestro aspecto al momento de solicitar algún puesto de trabajo o al relacionarnos con otros, recordemos que la ciencia cosmética existe y existirá siempre para estar a nuestro servicio, sin embargo sí analizamos un poco la historia del origen de esta ciencia, nos podremos percatar, del hecho de que siempre han existido especialistas en su uso, estudio y aplicación, por lo que reitero como en la publicación anterior, revisen con quien se hacen tratamientos, estén seguros que es un especialista.
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